Las etapas de la infancia y de la adolescencia son cruciales para el desarrollo humano. En ellas se produce un desarrollo cognitivo significativo que sienta las bases para el futuro aprendizaje y crecimiento y se construye la personalidad.

Por ello, cuando existe algún problema es de vital importancia buscar ayuda. Con el fin de conseguir un desarrollo saludable y bienestar emocional, mejorando así las posibilidades de calidad de vida del menor y las de su familia, potenciando los puntos fuertes del niño y permitiendo mejorar sus dificultades.